
Estaba totalmente segura de tres cosas.
Primera, Edward era un vampiro.
Segunda, una parte de él, y no sabía lo potente que podía ser esa parte, tenía sed de mi sangre.
Y tercera, estaba incondicional e irrevocablemente enamorada de él.
Primera, Edward era un vampiro.
Segunda, una parte de él, y no sabía lo potente que podía ser esa parte, tenía sed de mi sangre.
Y tercera, estaba incondicional e irrevocablemente enamorada de él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario