Cuando sólo tu nombre llena mi boca
qué otros nombres podré dar
a tus ojos
a la menta de tus hombros.
A tu cielo vacante
a tanta tarde en espera de asombro
a mis manos que tiemblan
con sólo pensarte.
A tus ángulos que tanto deseo
a los pasos que nos esperan
al rocío sin sentido
a tanta magia que nos debe una.
A la distancia que nos une
al perfume que nos aleja
a la cercanía que nos delata
a un día cualquiera, descalzo y en ruinas.
Aquí
en mi mundo extraño
en este juego absurdo
que siempre
insiste en tu nombre
cuando tu nombre
llena mi boca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario