Y es que estas ganas de irse llegaron para quedarse; le prometen besos brujos a mi soledad. Nos debemos ese antojo y aprender a bailar tango si es que en otra vida nos volvemos a olfatear...
Y tus manos no me escuchan, y mis labios no quieren ni verte un minuto antes de dejar de quererte. Y mi olvido no te olvida; y mis miedos me desean suerte un minuto antes de dejar de quererte...
Y tus manos no me escuchan, y mis labios no quieren ni verte un minuto antes de dejar de quererte. Y mi olvido no te olvida; y mis miedos me desean suerte un minuto antes de dejar de quererte...
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