Esta, tal vez, sea una gran ilustración de cómo se siente, por estos días el baile de Pollita en mi panza... por momentos parece que estuviera bailando polka, otras, estrenando su cinturón negro de karate...
La realidad, es que es algo inexplicable y alucinante que muchas veces asombra.
Hablando con San le he dicho, más de una vez... que injusta es la naturaleza que no le permite vivir a los hombres, semejante obra...
No es fácil llevar un bebe dentro de una, es algo muy raro, complejo... pero sin lugar a dudas es algo maravillosamente alucinante que vale la pena vivir...
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